Hola chicas Cometólogas y Cosmiatras, les saludo de nuevo con un artículo que decidí escribir a raíz de dos preguntas que me hacen mucho mis alumnas de recién ingreso y también una que otra clienta de tratamientos Faciales.
¿Cómo mantener la piel de mi rostro más joven por más tiempo?
¿Cuál es la diferencia entre una piel joven y una madura?
Quiero empezar enseñándote aspectos básicos del órgano más expuesto y; por lo tanto, el que más tenemos que proteger sí queremos mantenernos bellas por más tiempo: la piel.
¿Qué es la piel?
La piel es el órgano más extenso constituido por diferentes tejidos entrelazados para cumplir funciones como termorregulación, protección, secreción de hormonas y, muestra al mundo nuestras emociones: pena, tristeza, enojo …
Este órgano está formado por tres capas. La más superficial es la Epidermis, en medio encontraremos la Dermis y la más profunda es la Hipodermis.
Pero, qué tiene que ver esto con el “cuidado de la piel madura”. Su relación radica en que a través del tiempo el metabolismo de las células de cada capa Epidermis, Dermis e Hipodermis se hace más lento. Esto, sumado a factores externos que provocan el “envejecimiento cutáneo” caracterizado por lucir una piel:
- Fina
- Seca y opaca
- Falta de humectación y flexibilidad
- Presencia de arrugas y surcos
- Presencia de hipercromías (manchas)
- Disminución del volumen de grasa
- Color violáceo
Por lo anterior, es importante saber que lucir una piel joven va más allá de la aplicación superficial de cremas faciales o de la elección al azar de tratamientos para rejuvenecimiento.
Entre los 25 y 30 años consideramos que la piel inicia su proceso de “maduración” que se puede entender cómo el momento en el que sus células hacen sus procesos fisiológicos más lentos. Cabe mencionar, que este proceso es propio de los seres vivos, es decir, no podemos evitarlo. Pero sí podemos retardarlo o acelerarlo 😉.
Aquí te presento un resumen de los cambios que sufre tu piel (ii) a su interior y cómo se manifiesta en tu piel (iii) cuando te ves al espejo.
Pero, ¿qué otra cosa podría afectar el proceso de envejecimiento de la piel? Existen factores exógenos, es decir, que provienen del medio externo, por ejemplo: los rayos ultravioleta, el aire, la humedad del ambiente, el frío, el calor, exceso en la ingesta de alcohol, drogas, mala nutrición, stress que pueden acelerar este proceso.
Si la piel ha sido expuesta a factores externos, principalmente a la exposición prolongada y crónica a los RUV, los signos de envejecimiento podrían aparecer a una edad más temprana. Cuando esto ocurre, la piel presenta sequedad, tirantez, falta de luminosidad y flexibilidad, aparición de arrugas y manchas incluso a las 30, 35 años. Sí este es el caso, estamos ante un envejecimiento prematuro.
RUV, los signos de envejecimiento podrían aparecer a una edad más temprana. Cuando esto ocurre, la piel presenta sequedad, tirantez, falta de luminosidad y flexibilidad, aparición de arrugas y manchas incluso a las 30, 35 años. Sí este es el caso, estamos ante un envejecimiento prematuro.
Ahora que ya sabes qué pasa en tu piel a través del tiempo, cómo luce una piel madura o envejecida y cuáles son los factores que aceleran el proceso de envejecimiento. Te dejaré algunas recomendaciones para cuidar tu piel y mantenerla sana y joven.
TIPS para el cuidado de tu piel
- Realiza tu limpieza facial día y noche
- Aplica productos cosméticos de acuerdo con tu edad
- Usa protector solar día y noche, todos los días
- Evita la exposición prolongada y crónica a los RUV
- Procura una alimentación saludable
- Disminuye tu nivel se stress
- Duerme 8 horas diarias
En los próximos días te escribiré acerca de los “productos cosméticos” que puedes usar en las diferentes etapas por las que pasa tu piel.
Recuerda que “nunca será tarde para empezar a cuidar tu piel”
