¡Saludos a todas las dueñas (o futuras dueñas) de un Spa!
En esta entrega quiero comentar un tema muy importante si es que quieres emprender, o ya tienes operando un Spa. Esta información te ayudará a que puedas hacerlo con el pie derecho.
Sí estás pensando en emprender un negocio, cualquiera que éste sea, mi recomendación es que dediques un tiempo considerable a describir a “tu cliente” a quien deberás reconocer como toda aquella persona o empresa que compre tu producto o servicio y que mantendrá una relación comercial con tu negocio.
Describir a tu cliente significa saber cuáles son sus expectativas, necesidades, motivos de compra y circunstancias para ofrecerle una solución perfecta, adaptar tus estrategias de marketing y comunicar de forma adecuada para atraer a tu “cliente ideal”, es decir, aquel cliente que quieres en tu negocio.
Así como lo lees, tu puedes elegir a tus clientes. Sí alguna vez haz dicho las frases:
- Es que todo se les hace caro
- No pagan mis productos o servicios
- Es que quiere que lo haga como él dice para comprarme
- Entonces haz estado ante personas que no son tus clientes. Para empezar a definir el perfil debes conocer datos como:
- Edad
- Sexo
- Estado Civil
- Nivel socioeconómico
- Nivel de estudios
- Situación geográfica
Pero también debes considerar variables cualitativas como, por ejemplo: deseos, aficiones, intereses, conflictos a los que se enfrenta, logros que quiere alcanzar, miedos, creencias, valores, costumbres, características generacionales, emociones…
Por ejemplo, sí estás a punto de emprender en el mundo del Spa podrías preguntar a tu cliente:
- ¿Qué situaciones enfrenta en su trabajo?
- ¿Nivel de stress que experimenta?
- ¿Qué desea para mejorar su vida?
- ¿Cuál es su horario laboral?
- ¿Dedica tiempo a su persona?
- ¿Qué hace en su tiempo libre?
De esta manera, sabrás que el cliente que acude a un spa cuenta con el siguiente perfil:
- Mujeres y hombres
- Entre 25 y 55 años
- Profesionistas
- Solteros o casados
- Clase A/B, C+
Estos clientes son motivados a acudir a un spa por las siguientes razones: - Belleza, salud, bienestar físico y mental
- Descanso y relajación
- Actividad física y buenos hábitos alimenticios
- Tranquilidad e intimidad
- Escenarios naturales para el recreo, búsqueda espiritual o terapia
Con esta información conocerás a tu cliente, sabrás qué ofrecerle para satisfacer su necesidad, crearás un diferenciador que el cliente reconozca y haga que te prefiera entre todas las posibilidades; además, realizarás tus estrategias de marketing de forma eficaz.
Lo más importante para ti emprendedora en el mundo de la belleza, es saber qué está en ti elegir al cliente que aportará beneficios a tu negocio.
En Instituto EDUEM te capacitamos para conocer a tu cliente ideal y todo lo necesario para iniciar tu propio SPA. ¡Contáctanos!