El masaje es parte de un tratamiento integral en el manejo de distintas patologías. En el presente artículo se abordará de manera breve la importancia de los conocimientos previamente necesarios para la realización del mismo, así como los medios y métodos adecuados para su ejecución y la descripción de su utilización a lo largo del tiempo, la especialización del personal que lo realiza y la responsabilidad del paciente de informarse adecuadamente antes de solicitar tal servicio
Desde tiempos antiguos, el masaje ha servido y sido utilizado como un medio de tratamiento para la atención de todo tipo de dolencias, así como una alternativa para restaurar el vigor, salud y bienestar integral de las personas, para que así puedan integrarse de forma efectiva a sus quehaceres diarios.
El masaje puede ser definido como la manipulación técnica y sistemática, basada en conceptos científicos, cuyo objetivo es estimular distintos tipos de tejido mediante estiramientos y compresiones variadas de tal forma que proporcione un efecto terapéutico. Los tejidos a los que está dirigido el masaje van desde la piel y tejido muscular hasta el sistema nervioso, linfático o circulatorio, todo esto dependiendo de la técnica que se utilice y el objetivo que se tenga al momento de seleccionarlo como mecanismo viable, de allí que todo personal de la salud que pretenda ejercer este tipo de tratamiento se vea en la necesidad inminente de contar con conocimientos de anatomía, fisiología, kinesiología y patología de los tejidos que se estén tratando, para que así se pueda elaborar un plan de abordaje, tratamiento y/o adaptación del mismo en caso de ser necesario. Además, también es importante de tal manera que sea posible una evaluación constante y certera de los efectos positivos o negativos que se obtengan con el paso del tiempo.
Antecedentes históricos del masaje
La utilización del masaje es una técnica tan antigua como la humanidad misma, ya que se le ha dado una importancia destacada en distintas regiones geográficas, en distintos contextos sociales y temporales y ha sido utilizado tanto por monarcas, ejército y población en general a lo largo de la historia.
En Egipto los sacerdotes trataban el cuerpo y la mente, los papiros y jeroglíficos muestran técnicas de manipulación y masajes, que se aplicaban junto a otras medidas terapéuticas.
En Grecia se utilizaba el masaje como medio para tratar a los atletas y ayudar en su recuperación tras una lesión, esta práctica era algo muy común en los gimnasios junto con las técnicas de uso terapéutico del agua.
En algunos textos antiguos de la India se hace alusión al masaje, el cual se integra en las medidas de higiene y salud con que contaba la medicina de esa región para el tratamiento de diversas dolencias junto con la aromaterapia, por mencionar un ejemplo.
En China, el masaje era una de las técnicas más desarrolladas para el tratamiento de patologías junto a la acupuntura y el uso de algunas hierbas medicinales.
Aún hoy en dia, los orígenes del concepto son algo confusos, pero tiende a asociarse a distintas prácticas en distintas culturas y civilizaciones:
- Masser (Francia).- amasar
- Mass (árabe).- tocar con suavidad, frotar, tocar dulcemente.
- Masshech (hebreo).- palpar, tentar
- Massien (Grecia).- amasar, frotar
Efectos fisiológicos del masaje
Los efectos fisiológicos del masaje suponen una compleja serie de mecanismos que se pueden resumir como consecuencia de varias acciones que se suman y complementan: acción mecánica directa sobre los tejidos, acción refleja sobre los diversos órganos a distancia y acción psicológica. Estos distintos efectos dependen en gran parte del tipo de masaje, duración, intensidad y profundidad del mismo. Tengamos en cuenta desde este momento, que un masaje no es igual a otro si consideramos la técnica de aplicación del mismo, los suplementos utilizados, el objetivo con que se realizan, e incluso el profesional que lo lleva a cabo, y por tanto se debe reconocer la necesidad de una preparación integral y constante de la persona que decida realizarlo.
Elementos y características del masaje
El Masaje profesional:
Como lo dice la palabra misma, debe tratarse de una persona capacitada y con conocimientos suficientes para desarrollar su labor, ya que tendrá en sus manos la integridad del paciente, y una manipulación inadecuada puede tener consecuencias negativas importantes en la salud y calidad de vida del paciente. Por supuesto, el profesional debe tener conciencia de su propio cuerpo y haber experimentado los efectos del mismo para poder realizar su trabajo de forma adecuada.
La higiene antes y durante un masaje:
La indumentaria debe ser la adecuada, cómoda y que evite el contacto de la prenda con el paciente. Debe evitarse el uso de joyería o accesorios que puedan lesionar o molestar al paciente. Deben llevarse a cabo adecuadamente los procesos de asepsia y antisepsia según sean requeridos para evitar contaminaciones o infecciones.
El área de trabajo para un masaje profesional:
Debe tratarse de un lugar fundamentalmente iluminado y ventilado, y de preferencia que se trate de un espacio silencioso, es recomendable que la temperatura se ubique entre los 24 y 27°C. Para esto, es posible auxiliarse de instrumentos que ayuden a generar calor suave (bolsas de agua caliente, infrarrojos, etc.), y también es adecuado el uso de aromatizantes leves, música suave, esencias, etc.
El masaje relajante (de cualquier tipo) es una herramienta y método de terapia manual cuyos beneficios son innegables, y cuya versatilidad y accesibilidad lo hacen una opción muy viable al considerar métodos de descarga de estrés muscular, tratamiento de patologías específicas o incluso con un fin meramente holístico, sin embargo se debe tener siempre en mente la complejidad que representa el llevarlo a cabo, por lo cual hay que tener en consideración las condiciones aptas tanto del espacio como del personal que lo realiza, para así poder aprovechar de forma efectiva los beneficios que se nos ofrecen o, en su caso, brindar un servicio de verdadera calidad y con responsabilidad.
